lunes, 24 de mayo de 2010

Exposición de grabado y obra gráfica



Exposición de obra gráfica “Yoshitoshi y su Escuela, Grabados Ukiyo-e, Pinturas del Mundo Flotante“ . Del 14 de Mayo de 2010 al 25 de Junio de 2010.

Archivo Foral de Bilbao
Calle Diaz de Haro Maria 11
48013 Bilbao
Teléfono: 94.406.77.23 / 94.406.77.19
Fax: 94.427.63.44

Reseña: La exposición, que procede del Museo Oriental del Real Colegio de Padres Agustinos de Valladolid y cuyo Comisario es el propio Director de la entidad, Blas Sierra de la Calle, llega a Bilbao a través de la colaboración entre la Diputación Foral de Bizkaia y la Obra Social de Caja España. El Museo Oriental de la ciudad castellana, aunque inaugurado en 1980, es fruto de la larga presencia de la Orden de los Agustinos en diversas partes del mundo, especialmente en Extremo Oriente y en sus salas atesora una de las más importantes colecciones de arte del Estado sobre esa zona de Asia, concretamente sobre China, Filipinas y Japón.
La selección de trabajos que estarán expuestos en Ondare Aretoa reúne una serie de grabados japoneses de la escuela ukiyo-e, término que significa "pinturas del mundo flotante". Su temática se refiere al arte popular japonés que se desarrolló en Edo (Tokio) en la última parte del siglo XVII y floreció durante los siguientes doscientos años. "Ukiyo-e, la denominación que se aplica a este arte tradicional, refleja, según explicó Sierra, la dedicación a la pasión por "vivir el momento, la alegría del momento presente".
El máximo exponente de este arte fue Yoshitoshi, que protagoniza la primera exposición que sobre él se hace en el Estado. La muestra incluye una colección de 58 grabados suyos y de su escuela.
En este tipo de arte popular se enmarcan los grabados polícromos de esta exposición en la que se muestran veintinueve obras de Yoshitoshi y otros tantos de su escuela como Toshikage, Toshikata, Toshinide, Kogyo y Toshinobu.
Las obras expuestas hablan de la naturaleza y los hombres, de los espíritus y los dioses, de mitología e historia, de literatura y teatro, de tradición y modernidad. La muestra comienza con un retrato póstumo de Yoshitoshi realizado por su primer discípulo, Toshikage, quien presenta a su maestro con un rostro sereno, a pesar de la vida "turbulenta" que tuvo, según explicó el comisario de la exposición. Y es que Yoshitoshi no tuvo una vida fácil. Se casó en cuatro ocasiones, incluso una de sus mujeres tuvo que vender sus kimonos y más tarde su cuerpo para poder mantenerle y que él pudiera dedicarse a su arte. "Sufría de los nervios y murió loco, pero dejó una gran obra, hasta el punto de ser considerado el mejor artista de ukiyo-e de su época", según Blas Sierra de la Calle, director del Museo Oriental de Valladolid y comisario de la Muestra.
En estos grabados predominan las geishas y samuráis y en ellos confluye la tradición y la modernidad, además de la historia y la leyenda. Las escenas sangrientas que presenta el artista en su obra, como las de la serie 28 famosos asesinatos con verso, contrastan con otras como las de Cien aspectos de la luna, en las que, aunque muestra a un hombre suicidándose, haciéndose el harakiri, la sangre no aparece por ningún sitio.
Oiko, la mujer forzuda y Saeki, el luchador de sumo es otro de los grabados que destacan en este repertorio donde confluyen desde personajes legendarios, como el primer emperador japonés, el mítico Jimmu Tenno, con personajes históricos como fue el último samurái, Saigo Takamori, un grabado, éste último, realizado por uno de sus discípulos, Kogyo. Asimismo, aparecen obras de Toshikata, considerado como uno de los mayores especialistas de bijin (mujeres hermosas) del periodo Meijí.

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