jueves, 27 de mayo de 2010

Exposición de grabado y obra gráfica



Exposición de obra gráfica "Máximo común múltiple. Desde el 21 de Mayo de 2010.

Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla.
3 Norte 3
Centro HistóricoPuebla,
Puebla. 72000
México
Tel.:(222) 409-7424 al 27

Reseña: Hace dos años, Mónica Muñoz Cid fundó el taller “Jacal Gráfico”, y con ello invitó a 17 artistas para trabajar en un proyecto de grabado en gran formato. El resultado es un conjunto de piezas, que a partir de hoy, podrán verse en la exposición Máximo común múltiple, que estará en las galerías del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla.
El sueño de todo grabador es tener un propio tórculo, con el cual trabajar e invitar a sus colegas a participar. Pero resulta mejor cuando se adquiere uno de gran tamaño, pues se convierte en una invitación a poner a prueba los conocimientos técnicos del artista. Ese fue el caso de Mónica Muñoz, quien posee una de las tres prensas de éste tipo que existen a nivel nacional.
Grabadores como Omar Árcega, Jose Bayró, Mario Benedetti, Bruno Cuervo, Adriana Escudero, Emanuel García, José Lazcarro, César López, Gustavo Mora, Patricia Mosqueira, Enrique Pérez, Roberto Rodríguez, Alejandro Teutli y los directores de “Jacal Gráfico”, Fernando Albisúa, Ariel Hernández y la propia Muñoz, trabajaron desde hace más de un año como parte del primer proyecto del “Jacal Gráfico”.
En entrevista, la grabadora platicó que, junto a Albisúa y Hernández, fungió como impresora de las 17 obras de gran formato, y que como tal, utilizó técnicas como el acrílico, la punta seca, la acuarela, la mesutinta o el cobre, las cuales requieren de procesos que puede tardar hasta 30 horas.
“El gran formato es un reto tanto para lo grabadores como para los impresores, desde el punto de vista creativo y del técnico, pues aunque el formato permite más libertad también exige mayor atención y cuidado de la pieza”, expresó la artista.
Un ejemplo es la pieza de Bayró, que basada en la técnica del grofado, exige a los impresores un conocimiento sobre sustancias como el ácido –en dónde la placa es sumergida por más de 20 horas– y materiales como el cobre y los sedimentos.
Aún con el trabajo y el cuidado que exige la realización de una obra, Muñoz consideró que en el caso de “Máximo común múltiple” el formato tiene sus ventajas: permite liberar a la obra del marco ordinario, lo que le da limpieza y libertad visual, le brinda al espectador la oportunidad de mirar y conocer otro tipo de gráfica y sobre todo, consiente que las piezas se mezclen y conformen una especie de instalación.
Así ocurre con la pieza titulada “Impresión digital”, que está compuesta por una serie de cuatro pendones, de aproximadamente un metro de ancho por tres de largo, en el que se dibujan una serie de cuadros con rostros y figuras que van deslavándose en cada pedazo de tela y que por separado, brindan una lectura diferente.
Para la artista, la muestra permitirá que los críticos distingan que el grabado ha encontrado su lenguaje contemporáneo en la multiplicidad, característica por el que fue criticado a principios del siglo XX, pues se decía que su capacidad de reimpresión, le quitaba el valor de obra de arte a las piezas.
Definió que el título de la obra hace referencia a “lo que todos los grabadores utilizan para realizar las piezas –las técnicas, los instrumentos y las herramientas–, pero que a través del formato mayor encontraron el múltiplo, la expresión mayor de su obra”.

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