Exposición de obra gráfica “Arte y publicidad. El cartel publicitario. 1890-1960“. Del 5 de Febrero de 2010 al 14 de Marzo de 2010.
Casa Revilla
Torrecilla, 5
47003 Valladolid
Tel.: 983 426 246
Reseña: Con esta exposición, planteada a través de una cincuentena de carteles publicitarios, ae quiere dar a conocer desde una perspectiva temática e histórica la importancia del cartel como soporte publicitario y como medio de expresión, y ofrecer una doble visión que, por un lado, introduzca al espectador en los lenguajes, formas y secretos de la publicidad y la propaganda del cartel publicitario, y que, por otro, a modo de paseo nostálgico, brinde una mirada a lo que era la vida cotidiana de la primera mitad del siglo XX en España.Todos los carteles son originales -en chapa, papel, cartón, cartulina, tela, etc.- y proceden de la colección particular del profesor Carlos Velasco que, hasta la fecha, ha llegado a atesorar más de 6.500 ejemplares.Los contenidos de la exposición están ordenados en trece bloques temáticos que invitan a profundizar en la creación del cartel publicitario desde todos los puntos de vista.El cartel publicitario es una técnica de difusión de la información que permite llegar a gran cantidad de público, sin necesidad de invertir grandes recursos. Sus posibilidades comunicativas dependen en gran medida de su calidad técnica y estética y de su adecuada ubicación.Con el descubrimiento de técnicas de reproducción de la imagen (la xilografía, la imprenta y la litografía), el cartel va a adquirir una enorme relevancia, sobre todo en los siglos XIX y XX.La evolución de las artes gráficas permitirá que el cartel consiga excelentes cotas artísticas, siendo objeto de interés de las diferentes corrientes artísticas y de renombrados artistas.El cartel publicitario es el mejor ejemplo de lo que se denomina publicidad exterior o abierta, es decir, la que se sitúa a la vista del transeúnte en lugares donde pueda verla ocasionalmente y sin que esté predispuesto a la lectura. Esta publicidad ha de producir efecto por el simple hecho de ser vista, ya que el tiempo de exposición no permite que sea leída.El cartel, que según palabras de Josep Renau es «un grito en la pared», actúa sobre la multitud por sugestión. Como el tiempo de exposición es muy limitado, debe producir una impresión viva, penetrante, que vulnere la imaginación del espectador. A la vez, su concepción e idea deben ser tan simples que baste un vistazo para darse cuenta de su significado y de lo que anuncia. Por eso se caracteriza por tener más visualidad que argumentación, con el objetivo fundamental de llamar la atención.
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