Exposición de obra gráfica de Manolo Sierra. Del 23 de Julio de 2010 al 14 de Agosto 2010.
Taller Manolo Sierra
Narcís de Ciurana 16,
17470 St. Pere Pescador, Girona.
Reseña: «Miedo», es la palabra que utiliza Manolo Sierra para describir la muestra de grabados que realiza en Gerona, donde tiene su taller. El artista, comenzó a tomarse en serio esta disciplina al realizar un curso en esta localidad hace ya tres años. A partir de entonces empezó a adentrarse y a disfrutar de todas las posibilidades que le ofrecía el hecho de grabar sobre papel. «Esta técnica es relativamente nueva para mí y ha sido un trabajo visceral, es una colección íntima, digamos que más onírica, con sentimientos más radicales».
A este pintor gaditano el hecho de verse inmerso en el universo del grabado le ha producido una regresión a su infancia. Así lo explica cuando se le pregunta por las sensaciones que transmite su obra: «Me hace recordar cuando era pequeño, eso de estar sentando ante un papel y dibujar con total libertad, sin tener un juez en la cabeza que te dijera si estaba bien o estaba mal».
Asegura que en sus anteriores experiencias pictóricas la tarea se hacía mucho más seria, con muchas ataduras, que él mismo con el paso del tiempo se las ha ido imponiendo.
Bajo una apariencia clásica, Manolo Sierra toma con el grabado posturas más arriesgadas e imaginativas en comparación con su trabajo anterior, buscando liberar tensiones o acercarse de otra manera a la vida a través de este medio.
Sierra, de 37 años de edad, ha expuesto en diversas galerías tanto a nivel nacional como mundial, y ha sido seleccionado en los más prestigiosos premios de arte contemporáneo en España. «Lo que ocurre es que internacionalmente hay más mercado, entonces conseguir exponer cuadros fuera es un buen anzuelo para alcanzar diversas cosas. Exponer en Bruselas o Dubai tiene más proyección hacerlo en Gerona por ejemplo. En España, no hay demasiada cultura de coleccionismo».
Desde el pasado 23 de julio hasta el próximo 14 de agosto esta exposición permanecerá abierta al público, mostrando al visitante un total de 21 grabados y algunos dibujos.
Sobre el grabado añade Manolo Sierra: «Es una técnica que no está demasiado valorada en España, en Francia por ejemplo sí que la hay. A la pintura sobre un lienzo o sobre una tabla se le da más valor por el hecho de la perdurabilidad, pero que no tiene porqué. Al papel se le considera más débil y no es del todo así».
Lo más destacado de su obra es su poder evocador, simbólico, la fuerza de la expresión, su narrativo: «los grabados tienen el poder de contar, se podrían encajar perfectamente en un cuento, o una novela, son perfectos para ilustrar».
El observar la muestra hace experimentar en mayor o menor medida el horror y es, como asegura su autor, lo que ha querido hacer con esta propuesta artística: «Esto del miedo y esta sensación de horror me viene de un viaje que hice a Perú. Allí descubrí figuras ancestrales, cabezas clavadas en una especie de templos cuadrados, algo que pude comparar con las gárgolas de nuestras catedrales. Esto transmite miedo».
A Manolo Sierra esta serie le ha facilitado expresar sus temores más hondos, más internos, «uno mismo se los planta en la cara a través de figuras, con las manos más grandes, con los ojos hacia afuera...».
Taller Manolo Sierra
Narcís de Ciurana 16,
17470 St. Pere Pescador, Girona.
Reseña: «Miedo», es la palabra que utiliza Manolo Sierra para describir la muestra de grabados que realiza en Gerona, donde tiene su taller. El artista, comenzó a tomarse en serio esta disciplina al realizar un curso en esta localidad hace ya tres años. A partir de entonces empezó a adentrarse y a disfrutar de todas las posibilidades que le ofrecía el hecho de grabar sobre papel. «Esta técnica es relativamente nueva para mí y ha sido un trabajo visceral, es una colección íntima, digamos que más onírica, con sentimientos más radicales».
A este pintor gaditano el hecho de verse inmerso en el universo del grabado le ha producido una regresión a su infancia. Así lo explica cuando se le pregunta por las sensaciones que transmite su obra: «Me hace recordar cuando era pequeño, eso de estar sentando ante un papel y dibujar con total libertad, sin tener un juez en la cabeza que te dijera si estaba bien o estaba mal».
Asegura que en sus anteriores experiencias pictóricas la tarea se hacía mucho más seria, con muchas ataduras, que él mismo con el paso del tiempo se las ha ido imponiendo.
Bajo una apariencia clásica, Manolo Sierra toma con el grabado posturas más arriesgadas e imaginativas en comparación con su trabajo anterior, buscando liberar tensiones o acercarse de otra manera a la vida a través de este medio.
Sierra, de 37 años de edad, ha expuesto en diversas galerías tanto a nivel nacional como mundial, y ha sido seleccionado en los más prestigiosos premios de arte contemporáneo en España. «Lo que ocurre es que internacionalmente hay más mercado, entonces conseguir exponer cuadros fuera es un buen anzuelo para alcanzar diversas cosas. Exponer en Bruselas o Dubai tiene más proyección hacerlo en Gerona por ejemplo. En España, no hay demasiada cultura de coleccionismo».
Desde el pasado 23 de julio hasta el próximo 14 de agosto esta exposición permanecerá abierta al público, mostrando al visitante un total de 21 grabados y algunos dibujos.
Sobre el grabado añade Manolo Sierra: «Es una técnica que no está demasiado valorada en España, en Francia por ejemplo sí que la hay. A la pintura sobre un lienzo o sobre una tabla se le da más valor por el hecho de la perdurabilidad, pero que no tiene porqué. Al papel se le considera más débil y no es del todo así».
Lo más destacado de su obra es su poder evocador, simbólico, la fuerza de la expresión, su narrativo: «los grabados tienen el poder de contar, se podrían encajar perfectamente en un cuento, o una novela, son perfectos para ilustrar».
El observar la muestra hace experimentar en mayor o menor medida el horror y es, como asegura su autor, lo que ha querido hacer con esta propuesta artística: «Esto del miedo y esta sensación de horror me viene de un viaje que hice a Perú. Allí descubrí figuras ancestrales, cabezas clavadas en una especie de templos cuadrados, algo que pude comparar con las gárgolas de nuestras catedrales. Esto transmite miedo».
A Manolo Sierra esta serie le ha facilitado expresar sus temores más hondos, más internos, «uno mismo se los planta en la cara a través de figuras, con las manos más grandes, con los ojos hacia afuera...».
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