Exposición de obra gráfica “La célula ambulante” de Alicia Gallego. Del 9 de Octubre de 2010 al 30 de Octubre de 2010.
Milpedras, taller de litografía
C/. Brasil,3 bajo
La Coruña
http://www.milpedras.com/
Reseña: La obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma –nadie puede negarlo- es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos." La obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma –nadie puede negarlo- es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos." La obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma –nadie puede negarlo- es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos."La obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma –nadie puede negarlo- es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos."
Milpedras, taller de litografía
C/. Brasil,3 bajo
La Coruña
http://www.milpedras.com/
Reseña: La obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma –nadie puede negarlo- es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos." La obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma –nadie puede negarlo- es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos." La obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma –nadie puede negarlo- es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos."La obra gráfica de Alicia Gallego es, por la reducción del cromatismo y por la trayectoria del dibujo, una liberación del concepto en beneficio de la forma. La forma –nadie puede negarlo- es un elemento constructor de la apariencia, por tanto de lo sensible. Si el ritmo y su disfraz en color riman, y no es necesario pasar de la largo con la mirada por lo fatuo para detenerse en discursos conceptual-filosóficos para justificar la acción ¨artística¨, nos hallamos ante el placer de la contemplación. Así, volviendo al arranque de mis palabras, debemos reivindicar la autonomía individual y ese hedonismo del ver y sentir en la creación. Después, nos alcanzará el momento de analizar, de discutirnos incluso, también de poetizarnos y adivinar en la obra su raíz y la procedencia de su abono. En Alicia Gallego hay cerámica en embrión y tatuajes melanesios, hay delimitaciones espaciales mesoamericanas, tribales e indias (las geometrías espaciales que suponen una aportación a la abstracción no figurativa, y cuyo significado es el alma espiritual del conocimiento extracorpóreo de los chamanes), y también una velocidad que restalla sobre el papel, punzante en los fondos y de caligrafía angular muy vorticista. Esta simplicidad confrontada en órbitas universales, ovoides con contenidos venales o de cromosomas, y un amable diseño casi textil en ciertas áreas libres, cruzan la frontera que separa lo infecundo para procrear en lo decorativo un subconsciente matérico que, retornando a la poesía, son consonantes y riman. Y en la consonancia o en la asonancia lo correctamente hermoso se musicaliza, y es en este instante sonoro cuando podemos cerrar los ojos, y metaforizarnos."
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