viernes, 1 de agosto de 2014

Exposición de grabado y obra gráfica



Exposición colectiva de obra gráfica “De Bruegel a Freud: grabados de la galería Courtauld”. Del 19 de junio de 2014 al 21 de septiembre de 2014.

The Courtauld Gallery
Somerset House, Strand
London, WC2R 0RN, UK
020 7848 1194
galleryinfo@courtauld.ac.uk
http://www.courtauld.ac.uk/gallery/exhibitions/2014/prints/index.shtml
Horario: todos los días, de 10.00 a 18.00 (última admisión: 17.30).

Reseña: Revela, con ejemplos de grandes maestros y figuras imprescindibles de la historia del arte europeo, la evolución de las diferentes técnicas de grabado a lo largo de 500 años.
La muestra londinense comienza con un ambicioso ejemplo del artista del Quattrocento italiano Andrea Mantegna —La flagelación de Cristo, datada entre 1465 y 1470— y continúa con el espectacular conjunto en 10 partes del grabador francés del siglo XVI Nicolas Béatrizet, que hace una versión del Juicio Final de Miguel Ángel y ejemplifica la capacidad del grabado para reproducir obras de arte monumentales. A partir del siglo XVI los coleccionistas empezaron a pedir motivos secularesAunque en los siglos XV y XVI dominó en Europa la iconografía cristiana, a partir de ese momento comienza a crecer el número de grabados de tema secular. Los artistas respondían al gusto de los coleccionistas por los nuevos motivos, un ejemplo soberbio es La caza del conejo (1560) de Pieter Bruegel el Viejo, joya de la colección. Para la pieza, el único grabado ejecutado directamente por el artista, Bruegel eligió la técnica por ser relativamente libre como el dibujo y sin embargo permitirse representar la imagen con gran naturalismo. Las obras de Jacques Callot y Stefano della Bella ilustran cómo el medio se utilizó para documentar eventos históricos como batallas y desfiles. Las vistas venecianas de Canaletto en el siglo XVIII se muestran junto a las complejas invenciones arquitectónicas de Piranesi. Aliado de la experimentación Avanzado el siglo XIX el grabado pasó a ser un aliado de la innovación y el experimento. El impresionista Manet homenajeaba a los grandes maestros, Toulouse-Lautrec adoptaba la recién descubierta técnica de la litografía para aplicarla a sus ensoñadoras visiones del entretenimiento parisino, Gauguin utilizaba la xilografía alejándose de la tradición occidental... No tenía por qué reproducir detalles como pinceladas, podía abusar de las manchasEl medio no tenía ya la obligación de reproducir detalles como pinceladas, también podía abusar de las manchas de pintura, eliminar los trazos minuciosos, jugar al primitivismo. Los trabajos de Picasso y Matisse ayudaron a asegurar la buena salud del grabado conforme avanzaban las vanguardias. La exposición concluye con piezas de Lucian Freud —ahora reconocido como un maestro moderno del grabado— y con obras recientes del inglés Chris Ofili, un continuador de la tradición del grabado en el siglo XXI.

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