jueves, 10 de julio de 2014
Exposición de grabado y obra gráfica
Exposición de obra gráfica 'Goya-Barjola Tauromaquias Obra Gráfica'. Del 8 de julio de 2014 al 7 de septiembre de 2014
Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia
C/ San Pío V, 9
46010 Valencia
963 87 03 00
museobellasartesvalencia@gva.es
http://museobellasartesvalencia.gva.es
Horario: Lunes, de 11:00 a 17:00 h. De martes a domingo, de 10:00 a 19:00 h.
Reseña: una muestra que se adentra en el "sentido dramático de la tauromaquia" a través de los grabados de ambos autores, separados por un siglo de historia, ha destacado el comisario de la exposición, Luis Rubio.
La presentación ha estado encabezada por la consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català; la directora del museo, Paz Olmos; y el propio comisario de la exposición, Luis Rubio.
La exposición cuenta con 40 grabados de Goya y otros 30 de Barjola con el objetivo de "unir a dos artistas que han trabajado en el mundo de los toros", ha explicado e l especialista.
Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) fue evolucionando de forma evidente desde su primer grabado, 'La huída Egipto', hasta la incorporación de todas las técnicas para los grabados de sus cuatro grandes series. El comisario de la exposición ha asegurado que "el arte español a partir de Goya está lleno de grandes obras del arte taurino".
De estos grabados que se presentan en la exposición se han hecho ocho ediciones. La que se expone en la pinacoteca valenciana es la quinta (1921), editada por el Círculo de Bellas Artes de Madrid, debida a Francisco Esteve Botey, que consiguió comprar, en París, los cobres originales, hoy depositados en la Calcografía Nacional.
Goya encontró en el grabado la forma de expresión libre de las ataduras del encargo para dar salida a su portentosa imaginación y observación. El formato apaisado le permitió resaltar las suertes del toreo.
Por su parte, la interpretación de Juan Antonio Gadea Barjola (1919-2004) sobre la tauromaquia exaltaba la monstruosidad por encima del arte y la gracia y, por ello, pintó perros descarnados, caballos a lo Guernica o ganado aullante.
Las veinte litografías que se exhiben de la 'Tauromaquia' (1970) tienen el color caliente, el aire sudoroso, polvoriento e inevitablemente trágico de las corridas, mientras que los diez grabados de 'Tauromaquia. Mortal 1936' (1991) presentan un grafismo terrible, agitado, con planos que se dislocan y todo reducido al blanco y negro con matices de la difícil gama de los grises.
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