Exposición con obra gráfica George Grosz. De Berlín en Nueva York. Obras 1912-1949". Desde el 19 de septiembre de 2012 al 6 de enero de 2013.
CaixaForum Tarragona
C/ Cristòfor Colom, 2 (junto a la fuente del Centenario)
43001 Tarragona
Reseña: Esta exposición sobre Grosz,
testigo único de los tiempos convulsos que transcurren entre las dos guerras
mundiales, a partir de 170 obras -en su mayoría obra gráfica, pero también
óleos y acuarelas-, que Grosz ejecutó entre 1912 y 1949.
La exposición presenta a George Grosz (1893-1959) como uno
de los artistas más destacados del siglo XX, pues supo representar como nadie
los conflictos sociales y los hechos acontecidos en la Alemania de la primera
mitad de ese siglo.
"Mi arte tiene que ser fusil y sable", dijo Grosz,
que con sus agudos dibujos desarrolló un nuevo lenguaje visual marcado por la
denuncia, la ironía y las imágenes impactantes y grotescas, y que se convirtió
en un agitador que usaba su arte como arma contra su convulso país, lo que le
ha valido muchas comparaciones con Goya.
La muestra se divide en ámbitos como "Los primeros años
berlineses", "Los horrores de la I Guerra Mundial", "Metrópolis
Berlín", "El arte como fusil y sable", "La sociedad de los
años 20", "Un emigrante en Nueva York", "II Guerra Mundial:
fascismo y apocalipsis" y "Después de la II Guerra Mundial".
Según ha explicado a Efe la comisaria de la exposición,
Annette Vogel, "Grosz es uno de los mayores artistas de la primera mitad
del siglo XX" y con su dibujo, "altamente satírico", caracterizó
la sociedad de esa época.
Según Vogel, George Grosz "vio perfectamente el
espectro de la sociedad" y consiguió un gran público, y además fue
consciente de "lo marcada que estaba la sociedad entre las dos Guerras
Mundiales".
"Fue soldado en la I Guerra Mundial y ahí desarrolló su odio contra
la religión, el poder y, especialmente, la burguesía", ha explicado la
comisaria al respecto de un artista que "creó un gran pandemónium muy vivo
sobre la época y consiguió radiografiar como con rayos X esa sociedad".
Por ello, según Vogel, en las 170 obras expuestas en
Tarragona figuran "imágenes de gente afectada por la guerra, como
extraperlistas o prostitutas", pero también "los efectos grotescos
sobre la humanidad, con personas que parecen tiburones".
"Aparece gente que se comporta muy extremadamente y
vemos brutalidad y violencia en cualquier esquina", ha añadido Vogel.
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