Exposición con obra gráfica “Contraespejos-s”
de Luis
Gordillo. Del 19 de septiembre de 2012 al 31 de octubre
de 2012.
Galería Rafael Ortiz
Calle Mármoles 12
41004Sevilla
Telf. 0034 95 421 48 74
Fax. 0034 95 422 64 02
info@galeriarafaelortiz.com
Reseña: Realizaciones en telas,
papeles y gráficas retocadas; la gama más luminosa con guiños a trabajos
anteriores de Luis Gordillo ofrecen, en la galería Rafael Ortiz, la dinámica de
este artista polifacético que marcha a compás de cada actualidad, en la que
participa de manera activa.
Este sevillano universal, tras licenciarse en Derecho en la Universidad Hispalense, dio sus primeros pasos en la Escuela Superior de Santa Isabel de Hungría, de donde pasó a París en 1958 para conocer la vanguardia, adentrándose allí en el informalismo, influido por el llamado ‘arte otro’. Años después vuelve a la figuración que le lleva a la consideración geométrica, en una construcción-deconstrucción fija en la sociedad de consumo. Es cuando, en 1967, entra en contacto con el grupo “Nueva Figuración” que impulsa el también artista Juan Antonio Aguirre cuando dirigía la Sala Amadís del Instituto de la Juventud. Años después deja de practicar la pintura para centrar su atención en la serie ‘dibujos automáticos’ con la que se distancia de su postura geométrica. Y su obra fue adquiriendo una dinámica en la que la ironía y la inmediatez aparecen como impulsos hacia nuevos encuentros.
Este sevillano universal, tras licenciarse en Derecho en la Universidad Hispalense, dio sus primeros pasos en la Escuela Superior de Santa Isabel de Hungría, de donde pasó a París en 1958 para conocer la vanguardia, adentrándose allí en el informalismo, influido por el llamado ‘arte otro’. Años después vuelve a la figuración que le lleva a la consideración geométrica, en una construcción-deconstrucción fija en la sociedad de consumo. Es cuando, en 1967, entra en contacto con el grupo “Nueva Figuración” que impulsa el también artista Juan Antonio Aguirre cuando dirigía la Sala Amadís del Instituto de la Juventud. Años después deja de practicar la pintura para centrar su atención en la serie ‘dibujos automáticos’ con la que se distancia de su postura geométrica. Y su obra fue adquiriendo una dinámica en la que la ironía y la inmediatez aparecen como impulsos hacia nuevos encuentros.
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