Exposición de obra gráfica “Sin vistas” de Jacobo Castellano. Del 11 de Junio de 2010 al 31 de Julio de 2010.
Benveniste Contemporary
Fernanflor, 6
28014 Madrid
Tel.: 913 692 988
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Reseña: Jacobo Castellano utiliza en 'Sin Vistas' las posibilidades que le brinda la técnica del grabado para crear un cuerpo de trabajo basado -como casi siempre- en experiencias vividas por el propio artista, evocando unos paisajes prohibidos y ocultos tras una alambrada o el velo oscuro de una cortina que parece querer esconder algo o a caso apuntar un lugar donde esconderse y protegerse del colapso inminente, del derrumbe, de la perversión o de la muerte.
Sin Vistas es un conjunto formado por una serie de nueve puntas secas y un políptico realizado a partir de la hibridación del photo gravure y el grabado sobre plancha de cobre, que nos muestra una iconografía simbólica en la que se superponen diferentes elementos como cortinas, alambre de espino, pequeñas huchas, féretros o aquellos rombos que se colocaban en la parte superior de la pantalla de televisor y que indicaban que el programa no era apto para menores.
El artista nos remite también a la idea del torno de madera que, incrustado en las paredes de los conventos, se utiliza para el intercambio de enseres y sin embargo nos impiden ver lo que sucede al otro lado, llevando exclusivamente a nuestra imaginación intra muros. Tras él Castellano descubre unas estancias deshabitadas, un lugar inhóspito perteneciente a su propio pasado, a través de un torno verdadero que el artista construyó para esta obra, que con sus puertas y compartimentos abiertos puede revelar quizás algún enigma al espectador que lo contempla.
Sin Vistas es un conjunto formado por una serie de nueve puntas secas y un políptico realizado a partir de la hibridación del photo gravure y el grabado sobre plancha de cobre, que nos muestra una iconografía simbólica en la que se superponen diferentes elementos como cortinas, alambre de espino, pequeñas huchas, féretros o aquellos rombos que se colocaban en la parte superior de la pantalla de televisor y que indicaban que el programa no era apto para menores.
El artista nos remite también a la idea del torno de madera que, incrustado en las paredes de los conventos, se utiliza para el intercambio de enseres y sin embargo nos impiden ver lo que sucede al otro lado, llevando exclusivamente a nuestra imaginación intra muros. Tras él Castellano descubre unas estancias deshabitadas, un lugar inhóspito perteneciente a su propio pasado, a través de un torno verdadero que el artista construyó para esta obra, que con sus puertas y compartimentos abiertos puede revelar quizás algún enigma al espectador que lo contempla.
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