Exposición con obra gráfica “El Jardín de las Maravillas” de Joan Miró. Del 5 de julio de 2013 al 4 de agosto de 2013.
Museo de Arte Moderno de Mendoza (Mmamm).
Subsuelo Plaza Independencia
5500 Ciudad de Mendoza
Provincia de Mendoza
Tel:: (0261) 425-7279
mmamm@ciudaddemendoza.gov.ar
Horarios: Martes a domingo de 9 a 20 hs.
Reseña: “El jardín de las Maravillas”, título elegido para la muestra, es un homenaje a la visión colorida y alegre de Joan Miró a 120 años de su nacimiento. Scaringella sostiene que el artista concebía la existencia como un jardín en el cual se debía tomar conciencia para disfrutar de las maravillas ofrecidas por la Naturaleza. “El cuadro debe ser fecundo. Debe hacer nacer un mundo. Poco importa que represente flores, personajes, caballos, mientras revele un mundo, algo vivo. Dos más dos no son cuatro: son cuatro sólo para los contadores, pero no es necesario quedarse allí. El cuadro debe hacerlo entender: debe fecundar la imaginación”, dice el curador en referencia a la mirada del catalán.
Las obras que ahora se exponen proponen un recorrido cronológico que permite dar cuenta de los sutiles matices que hacen a la evolución durante esos años del maestro, así como una presencia cada vez mayor del negro en relación a los otros colores. Sumado a que históricamente el grabado gozó de menor prestigio que la pintura por cuestiones de mercado, Scaringella explica que fuera del interés de galeristas y coleccionistas, el grabado vuelve la obra más accesible para una mayor cantidad de personas. “En el caso de Miró, además se agrega que su estilo tan individual es especialmente adecuado a ese medio, y esto lo advertimos en gran cantidad de producción gráfica, nada menos que en mil obras: un aspecto no menor de su obra”, comenta el curador.
Los 56 grabados pertenecen a la familia Guastalla, propietaria de una prestigiosa imprenta especializada en producción original múltiple de arte y colaboradora de Miró en la impresión de buena parte de las obras que se exhiben en esta muestra, además de ser quienes publicaron el primer catálogo razonado de su obra gráfica.
Para las vacaciones de invierno, el Museo tiene previsto un programa especialmente organizado para los niños: “Sin duda sus lenguajes pictóricos son afines: el universo de Miró evoca una magia y una simplicidad infantiles, y los niños sienten que pueden recrear por sí mismos esos mundos a su manera sin mediar un abismo técnico”, dice Massimo.
“Miró nos acostumbró a considerar la obra de arte de otro modo, no necesariamente figurativo. En la misma línea iniciada por Kandinsky, su gran popularidad ayudó a concebir como naturales los hábitos perceptuales que hoy son un lugar común en el arte contemporáneo”, explica Scaringella.
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