Exposición de obra gráfica “Picasso: La Belleza Múltiple”. Del 18 de noviembre de 2011 al 1 de abril de 2012.
Sala de arte Fundación Telefónica Chile
Providencia 111. Metro Baquedano
Chile
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691 28 73
Reseña: La actual exposición recorre con mayor amplitud las distintas temáticas que desarrolló Picasso entre 1904 y 1971, exhibiendo por primera vez algunas de sus series más importantes. "Nunca en Latinoamérica se ha hecho una exposición de Picasso con esta complejidad argumental y con todas estas obras diferentes reunidas", cuenta Carmona, quien ideó esta exhibición especialmente para celebrar los 15 años de la Fundación Teléfonica Chile. Auspiciada por Minera Escondida, la muestra se trasladará en abril de 2012 a Antofagasta.
El recorrido parte con la famosa Suite de los Saltimbanquis, primera serie que realizó el artista entre 1904 y 1906, y que fue editada por Vollard en 1913. Veinte años antes del Cubismo, que lo convertiría en uno de los fundadores del arte moderno, Picasso plasmó con manierismo extremo personajes pobres y desolados. "Para el Picasso joven, el saltimbanqui era el símbolo del artista, alguien que conoce los secretos de la vida y la creación, pero que lleva una vida errante y al servicio de la gente rica. Es un Picasso melancólico", dice Carmona.
Le siguen decenas de desnudos femeninos, faunos, toros, que van desde lo más figurativo a lo abstracto y las ilustraciones que hizo para el texto de Balzac: La obra maestra desconocida, las que le fueron encargadas por Vollard y editadas en 1931. "Es una obra polémica. No sabemos hasta qué punto Picasso quiere ilustrar a Balzac o criticarlo", dice el curador. En ella, Picasso reflexiona sobre qué es ser artista: cómo relacionarse con su modelo y con su propio destino.
En otros grabados, explora la dualidad de su talento: mientras una mitad está sumamente elaborada, la otra parece sin terminar. Son dibujos infantiles que burlan la perfección académica.
Según Carmona: "La gracia de Picasso es que destruye el concepto tradicional de belleza y funda uno basado en la multiplicidad. Desde joven valoró la gran pericia del artista y aplaudió al que sabía detenerse. El que no tocaba más una obra porque se podía estropear. Hay un Picasso que es detallista, porque quiere ser profundo y simbólico, y otro que sólo se deja llevar. En su vida también fue así. Picasso ocultaba su intelectualidad para ser espontáneo y directo. Un gran artista al que le gustaba ser fotografiado pintando en calzoncillos".
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