Exposición con obra gráfica “Siguiendo a Pynchon” de Abraham Lacalle. Del 20 de diciembre de 2011 al 18 de febrero de 2012.
Galería Benveniste Contemporary
C/ Fernanflor 6
28014 Madrid
http://www.benveniste.com
Reseña: Obra sobre papel del pintor Abraham Lacalle, (Almería 1962), uno de los nombres con más eco dentro del panorama internacional. La nueva propuesta de este artista parte de una idea arrancada, como casi siempre le sucede, de la literatura y en este caso concreto, del universo de realidad y ficción que encierra el mundo de thryller y la novela negra.
“Siguiendo a Pynchon” es el título de la muestra, a su vez retomado en forma de viñetas del autor neoyorquino, Thomas Pynchon y una de sus últimas obras, “Vicio Propio”. Lacalle transforma en imágenes los fetiches que aparecen en los episodios de este libro calificado de bestseller aunque en la personalidad literaria ambigua y extraña de Pynchon cabrían otros muchos y más sutiles adjetivos. Entre la trasgresión y cierto nihilismo postmoderno se debate el contenido narrativo de este relato ambientado en la costa oeste americana durante finales de los años sesenta. Un mundo de personajes estrafalarios, donde no faltan ingredientes de la época, drogas, jazz y grandes cadilllacs. Según el propio Lacalle afirma: “esta exposición continúa con el argumento de la colectiva en la que participé hace unos años en Buenos Aires donde Kevin Power, comisario de la muestra, planteaba la cuestión de lo narrativo en la pintura”.
Las obras de esta exposición nacen de un dibujo abocetado, de factura rápida y descuidada, en varias tintas primarias (siguiendo la manera de hacer del artista en su pintura), aunque con mayor detenimiento en el detalle realista. Están realizadas todas ellas en monotipos, una técnica a caballo entre la pintura, el dibujo y el grabado, cuyo proceso de impresión sólo permite una copia de cada imagen, dando a cada estampa el valor de su unicidad al tiempo que forma parte del conjunto narrativo en su totalidad.
En líneas generales, el trabajo de Abraham Lacalle se viene desarrollando desde los años 80 sin prácticamente interrupción, desde postulados esencialmente pictóricos, y por lo tanto, afianzados en el color puro como principal soporte de la creación. Aunque es un pintor urbano y en algunos casos podríamos aventurar que se aproxima a la estética grafittera underground, su pintura, mucho más imaginaria que realista, no renuncia al lenguaje de la armonía, la belleza y el equilibrio, conceptos que en Lacalle superan toda acepción clasicista sin olvidar el papel que jugaron las vanguardias abstractas en la deriva del arte. Una deuda quizá de la que no somos muchas veces conscientes, y sin embargo, encontramos en ocasiones rediviva en grandes artistas absolutamente contemporáneos como Abraham Lacalle.
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