miércoles, 12 de octubre de 2011

Exposición de grabado y obra gráfica


Exposición de obra gráfica "Grabados" de María Inés Tapia Vera. Desde el 11 de octubre de 2011 al 11 de noviembre de 2011.

Galería Veermer
Suipacha 1168
Buenos aires, Argentina
Teléfono: (11) 4393-5102

Reseña: La realización de los grabados y su acabado muestran un proceso que no deja de sorprender y de resultar atractivo en su complejidad; una intencionalidad perfeccionista delata a la autora, quién se mueve cómoda entre el entrecruzamiento de formatos de expresión, domina técnica y bondades del dibujo para hacer uso de su lenguaje y suma con habilidad la exquisita modulación del color. La fantástica serie actual que presenta María Inés Tapia Vera se exhibe en grandes formatos pero cada obra ha sido tratada con la minuciosidad de una verdadera miniatura; inquietantes y seductoras, como aquellos cuentos que nos atrapaban en la infancia, tienen la virtud de encantar al contemplador.

La vasta producción, caracterizada por una notable maestría técnica, fluye hacia una estética personalísima, que exhibe un componente turbador; personajes, objetos y animales comparten cierto esplendor que se podría señalar como atemporal: aunque hay elementos que podrían ser ubicados en la actualidad, cierta distancia aureática los sitúa en algún lugar que es y que no es éste y que parece suceder en una atmósfera que manifiesta una notable sensualidad.

Es un placer contemplar esos rostros de ensueño, insertos en un ambiente fantasioso, abundante en color, que podría ser ligado al mundo de la infancia, no por “infantiles”, sino porque tal vez en la vida adulta ya no hay espacio para lo que Tzvetan Todorov denominó lo maravilloso, o sea, esos mundos cuyas leyes naturales permiten acontecimientos fantásticos o justamente, maravillosos y dan cabida a la irrupción de hechos o escenas que al mundo real resultarían inexplicables, o dicho de otra manera, resultan insuficiente las posibilidades lógicas para explicar los hechos que se desencadenan y es necesario asumir que la acción transcurre en otro universo, con otras leyes.

La obra de María Inés es serena, pero a la vez concentrada e intensa, con un toque romántico de delicada ternura. En un inédito contrapunto al hermético universo de lo adulto indaga en el propio espacio creado, retroalimentándose de su propia atmósfera. Exquisitas, las complejas composiciones, que a pesar de serlo no abruman al contemplador, no solo resultan interesantes de principio a fin, sino que representan una reflexión sobre lo ilusorio. Es una decisión narrativa de la artista admitir leyes propias a sus obras, la tipología de una visión ideal, un tópico que es herramienta esencial de sus trabajos. La elección de una estética que siempre contiene elementos de una marcada vertiente lúdica, invita a la contemplación gozosa.

En un plano reflexivo, el artista como recreador de la realidad y buscador de otras instancias posibles está también presente en su discurso. Es muy clara también la noción de naturaleza emocional en su obra, que remite tanto a instancias reales como a un desplazamiento mental, y a la vez, es difícil establecer si es prioritario para Tapia Vera encontrar un tema que dispare las imágenes o simplemente se trata de excusas para el regodeo de dibujar, pintar, accionar los cortes en las planchas de madera, para acceder a justificar la representación. A veces, en los sueños, sabemos cosas que no tenemos modo de saber, parece en este caso que la artista, expuesta, ha tomado nota y no resiste la posibilidad de contarlo.

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