Exposición de obra gráfica “MARC CHAGALL. Las fabulas de La Fontaine”. Del 23 de marzo de 2012 al 20 de mayo de 2012.
Sala Municipal de Exposiciones del Museo de Pasión
Calle Pasión S/n. Valladolid, 47001
Teléfono: 983.37.40.48
Horario: De 12 a 14 y de 18.30 a 21.30 h.
Reseña: con 100 grabados originales del genial artista, en una muestra que se presenta por primera vez en España
Considerada como una de las obras maestras de Chagall, en estos aguafuertes realizados entre 1927 y 1930, destaca en las ilustraciones de estas fábulas de Jean La Fontaine, la maestría con la que Chagall posiciona a los personajes: las figuras parecen definirse sobre el hoja como para dominarlo, a la manera de la escritura hebraica – donde aparece particularmente preciso el sentido de la página – y los iconos rusos que se encuentran todavía entre los recuerdos de su infancia y adolescencia. De nuevo otra vez Chagall consigue sorprendernos con sus sugestiones, llevándonos al descubrimiento del mundo con la mente de un niño.
Técnicamente estas obras difieren mucho de la serie las Almas muertas de Gógol. Según Meyer, Chagall ahora antecede la aplicación de la aguatinta y el uso del buril; también la técnica de la punta seca apenas es evidente. En vez de eso, realiza todo por medio del grabado y cubre la superficie del grabado con barniz, una combinación que hace más intensos los efectos pictóricos. El buril dibuja los más delicados follajes ramificados y arbustos, la textura del plumaje y del pelo suave, y a través de sombreados y esgrafiados consigue una gran gama de tonalidades…desde el blanco al negro oscuro…Así cada imagen es el resultado de una larga serie de fases de trabajo en el curso del cual el diseño pictórico en luces y sombras es definido lentamente en un proceso comparable a la elaboración de estructura del color en una pintura. Las Fábulas ilustran los grandes temas de la vida que interesaban también a Chagall en otros trabajos, especialmente La Biblia: el amor, la muerte, y la locura humana. Uno de los aguafuertes cuenta la historia de un trotamundos que fue acogido por una familia de sátiros en una cueva. Después de ver como se soplaba las manos para calentarse y después hacer lo mismo para enfriar la sopa, los sátiros tuvieron miedo y le pidieron que se fuera, pensando que no se podía confiar en alguien que podía soplar tanto aire caliente como frío. En otra, un zorro y una cabra saltan juntos al pozo y después se dan cuenta de que no pueden salir. El zorro sugiere que la cabra le permita trepar por su lomo y así salir del pozo, prometiéndole que después le ayudará a salir. La cabra está de acuerdo, solo para que el zorro le instruya sobre la estupidez de saltar dentro de un pozo del que no se puede trepar. La moraleja es “piensa en el resultado antes de que empieces”.
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