Exposición de obra gráfica “Pinceles de acero” de François Maréchal. Del 10 de mayo de 2012 al 24 de junio de 2012.
Museo Casa de la
Moneda
Calle del Doctor Esquerdo, 36,
28028 Madrid
Teléfono: 91 566 65 44
Fax: 91 566 68 09
Reseña: Las
casi cien obras expuestas son una pequeña selección de la inmensa obra gráfica
de François Maréchal, en la que conviven todo tipo de técnicas: buril,
xilografía, madera a la testa, madera al hilo, aguafuerte, aguatinta, manera
negra, etc.
Coincidiendo con la exposición, Maréchal impartirá una serie
de clases magistrales a los alumnos de la Escuela de Grabado y Diseño Gráfico de la Fábrica nacional de Moneda
y Timbre-Real Casa de la
Moneda.
Dominador de todas las técnicas de grabado y autodidacta en
algunas de ellas, François Maréchal toca todo tipo de temas, siempre con un
lenguaje propio. Alejado de modismos y sin caer en arcaísmos, con una habilidad
manual fuera de lo común, un pulso increíble y una paciencia casi infinita ha
construido su inmensa obra, que deja ver su continuidad en el trabajo y le
convierte en un clásico.
En un tiempo dominado por los procedimientos fotoquímicos,
para Maréchal “monótonas imágenes sin alma”, y tras la victoria de la
informática y del audiovisual, este artista grabador, convencido de que su
profesión de está en vía de desaparición, aspira a conseguir un día que una
misma obra conjugue libertad con ciencia, sobriedad con sustancia, inteligencia
y poesía con amor de bellas materias y respeto de la buenas herramientas.
Mientras tanto elogia a todos aquellos que practican el beau métier de grabar.
El artista aprendió a grabar en madera sólo, cuando casi
nadie lo hacía en España, primero al hilo y más tarde a la testa. Para
Maréchal, el grabador en madera es como un escultor, como un leñador con su
hacha o un cirujano con el bisturí, protegido en sus actos por la ley de su
oficio, que no permite falsos movimientos, errores ni aventuras irreparables.
Su preferencia por la madera se debe al carácter vivo y
natural de este soporte, a la calidad de sus fibras y sus vetas, a sus nudos e
imperfecciones. Entre
todas las maderas que ha trabajado prefiere la de boj, que lentamente curada y secada, cuidadosamente pulida como el marfil, es para él la mejor compañera.
todas las maderas que ha trabajado prefiere la de boj, que lentamente curada y secada, cuidadosamente pulida como el marfil, es para él la mejor compañera.
Tampoco olvida al delicado peral, al denso arce, al apretado
grano de haya, ni al nogal de los armarios o las maderas de las cajas de
frutas, de puros habanos o de Camembert. Para Maréchal no existe madera vil.
Todas valen para el resultado final: la estampa xilográfica.
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