Exposición de grabado y obra gráfica

Exposición de obra gráfica “Popol Vuh” de Sergio Hernández. Desde el 21 febrero de 2014.

Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca
Macedonio Alcalá 507 Centro
CP 68000 Oaxaca, México
Telfs: 52+951 516 69 80/516 20 45
expoiago@gmail.com
http://institutodeartesgraficasdeoaxaca.blogspot.com.es/
Horario de lunes a domingo de 9:30 a 20:00 horas.

Reseña: El Popol Vuh, libro sagrado de los mayas quiches, ha fascinado desde hace muchos años a Sergio Hernández, señala el historiador Miguel León Portilla, al presentar la nueva exposición del creador oaxaqueño. El Popol Vuh agrega el antropólogo es “el portador de luz y misterio” que evoca a los seres que existieron en las varias creaciones que terminaron en destrucción “hasta que aparecieron los hombres verdaderos, nuestros antepasados, los hechos de maíz”.
Inspirado en la cosmogonía maya del pueblo Quiché, el artista plástico originario de Huajuapan de León (1957), realizó 30 grabados con brillantes colores, con luces y sombras, que evocan dioses, animales, plantas. En opinión de León Portilla, autor del que ya es un libro de texto “La visión de los vencidos”, Sergio Hernández retoma el Popol Vuh como fuente de inspiración, porque ahí encuentra el legado de otros pintores, los “tlahcuilos” nahuas y los “ahtzib” mayas. Y recuerda el historiador que el libro escrito en 1550 por un indio que transcribió las enseñanzas de un anciano, fue inspirador también para Diego Rivera quien realizó una serie de acuarelas, todas recreaciones basadas en el antiguo libro maya.
“Como en una sinfonía llena de vida, transmite Sergio lo que sus ojos, su mente y su corazón han percibido y sentido en sus muchos acercamientos al Popol Vuh”, apunta león Portilla. Las imágenes de Sergio Hernández son “fruto de un diálogo fascinado y sostenido entre su ser de tlahcuilo, pintor oaxaqueño, heredero de la milenaria Mesoamérica y las palabras del libro sagrado”.
En suma, concluye el historiador, la obra de Hernández “es dos veces arte: el de la antigua palabra a veces mágica y siempre luminosa, y la creación propia, la del poseedor de la antigua tinta negra y roja que nos acerca a un universo que, siendo legado de Mesoamérica, lo es también de hombres y mujeres de los cuatro rumbos del mundo”.